Al terminar el curso de graduación en enfermería, la prioridad de cualquier formando es ejercer la profesión para la cual se preparó durante cuatro o cinco años. Sin embargo, frecuentemente, los egresados se deparan con un escenario desfavorable en un mercado de trabajo saturado de profesionales formados, buscando la primera oportunidad y consecuentemente, cada vez más exigente. Aliado a este panorama, se suman la inexperiencia y la inseguridad, natural de quien acaba de diplomarse. Del otro lado, ya inseridos en el mercado de trabajo, muchos profesionales graduados, posgraduados y con experiencias, viven día tras día, otro tipo de inseguridad- aquella generada por la inestabilidad de las relaciones “celetistas” de trabajo (Consolidación de las leyes de trabajo), cada día más tenues. A pesar de las diferentes perspectivas, vividas en momentos diferentes de la carrera profesional, el camino para alcanzar el objetivo de la diferenciación en el área de enfermería es el mismo: Enfoque, dedicación, estudio, preparación y perseverancia.
Descriptores: Enfermería; Internado y Residencia; Mercado de Trabajo; Educación en Enfermería
Al terminar el curso de graduación en enfermería, la prioridad de cualquier formando es ejercer la profesión para la cual se preparó durante cuatro o cinco años. Sin embargo, frecuentemente, los egresados se deparan con un escenario desfavorable en un mercado de trabajo saturado de profesionales formados, buscando la primera oportunidad y consecuentemente, cada vez más exigente. Aliado a este panorama, se suman la inexperiencia y la inseguridad, natural de quien acaba de diplomarse, de no estar listo para asumir la responsabilidad de ejercer a enfermería.
Del otro lado, ya inseridos en el mercado de trabajo, muchos profesionales graduados, posgraduados y con experiencias, viven día tras día, otro tipo de inseguridad- aquella generada por la inestabilidad de las relaciones “celetistas” de trabajo (Consolidación de las leyes de trabajo), cada día más tenues. Asociada y directamente proporcional a esta inseguridad están los sueldos bajos, la sobrecarga de trabajo, la necesidad de jornadas dobles de trabajo, entre otros. Una investigación publicada en 2015 sobre el perfil y las condiciones de trabajo de enfermería en Brasil(1), con una muestra de 1.804.535 profesionales de enfermería, revela datos alarmantes que incluyen, además de la falta de seguridad, la falta de respeto y cordialidad de sus superiores, discriminación, desgaste profesional, falta de infraestructura y violencia, especialmente psicológica.
En este contexto tenemos, de un lado, la necesidad que el egresado tiene de inserirse en el mercado de trabajo con más experiencia y seguro; y del otro lado, la necesidad de quien ya está inserido en el mercado de trabajo y busca estabilidad, mejor remuneración y mejores condiciones de trabajo. Se observa a partir de este panorama que existen prioridades diferentes - para el recién egresado de la graduación en enfermería, la necesidad de ingresar en un curso de postgrado en los moldes de residencia, que le proporcione mayor experiencia y seguridad para ejercer una de las especialidades reglamentadas; y para el profesional, ya inserido en el mercado de trabajo, ingresar en la carrera pública como servidor estatutario estable, de acuerdo con las prerrogativas constitucionales.
A pesar de ser necesidades diferentes, vividas en momentos diferentes de la carrera profesional, el camino para alcanzar el objetivo de la diferenciación en el área de enfermería es el mismo: enfoque, dedicación, estudio, preparación y perseverancia. Debido a estas necesidades, fuertemente influenciadas por los factores señalados anteriormente, se observa que cada año aumenta expresivamente el número de candidatos que concurren a las disputadísimas plazas de oposiciones públicas y residencias en el área de enfermería - algunas llegan a tener millares de candidatos disputando una única vaga. Referente a esto, el proceso de conquista de una de estas plazas es cada vez más difícil, exigiendo de los candidatos no solamente el dominio y la preparación y la memorización de contenidos teóricos, sino, sobre todo, el perfeccionamiento de las técnicas de estudio y la búsqueda por herramientas y estrategias específicas de maximización de resultados para prepararse con mayor eficiencia, eficacia y efectividad, y también el desarrollo de habilidades comportamentales fundamentales para o autodesarrollo y la resiliencia frente a este proceso, como por ejemplo, la automotivación, autoconocimiento, autocontrol, autoestima y autoconfianza.
Aunque el proceso de evaluación vigente esté basado en un modelo de enseñanza predominantemente de contenido, para alcanzar mejores resultados es necesario transcender el modelo de enseñanza-aprendizaje depositario, por medio del cual el alumno recibe una gama gigantesca de conceptos solamente necesita asimilar "palabras-clave" para acertar una cuestión, para un modelo en el que el alumno y sus necesidades individuales sean el centro del proceso enseñanza-aprendizaje. O sea, tener en cuenta que aprender, aprehender y emprender, desde el punto de vista antropológico y pedagógico, son conceptos diferentes, pero intrínsecamente relacionados e interdependientes; que adquirir conocimientos y/o habilidades, comprender y entender con profundidad y aplicar correctamente el contenido, a través de la articulación interdisciplinar, son la base para el desarrollo de ejes centrales de raciocinio que permeen los contenidos programáticos de los edictos y direccionen la resolución de las cuestiones de forma más asertiva. Siendo así, uno de los grandes desafíos todavía es la paradoja existente entre el modelo de evaluación/metodología de las pruebas de oposiciones y la aplicación de un método de enseñanza-aprendizaje que priorice la construcción del conocimiento a partir del individuo, sin perder de vista la cantidad y la calidad de la información necesaria para que el alumno alcance el resultado: ser aprobado.
Otro gran desafío de quien se prepara buscando la aprobación en las pruebas de oposiciones y residencias es el factor tiempo: ¿Cómo estudiar de forma correcta de modo a obtener más informaciones de calidad en menos tiempo, teniendo en consideración los plazos cortos entre los edictos y las pruebas y las innúmeras otras demandas generadas por la vida académica, profesional y personal? Vilfredo Pareto, un ilustre científico político, sociólogo y economista italiano que, a partir de sus estudios sobre la distribución de renta y economía pura al final del siglo XIX, desarrollo el Teorema de Pareto e introdujo el concepto del principio de "Eficiencia de Pareto". De acuerdo con la "Ley de Pareto", también conocida como Regla 80/20, aproximadamente 80% de los efectos viene de 20% de las causas(2). En otra perspectiva de entendimiento para más allá de la economía, este teorema puede ser visto como uno de los ejes centrales de un proceso de preparación para las oposiciones, que en la práctica, se refleja en mayor eficiencia a partir de la objetividad, enfoque y asertividad.
A pesar de todas estas peculiaridades y dificultades inherentes al proceso de preparación y al contexto de evaluación en el cual estamos inseridos, se entiende que el conocimiento y la experiencia resultante de esta inmersión, en pro del objetivo de ser aprobado y convertirse en un profesional diferenciado; traen resultados que van más allá de la simple aprobación. El conocimiento es un activo intangible que transciende al cambio, conocimiento genera transformación. Y transformación, incluso en el campo del desarrollo individual, está intrínsecamente ligada al desarrollo colectivo de una enfermería fuerte, empoderada, crítica y socialmente reconocida. En esta perspectiva ampliada de preparación, en la que el estabelecimiento de prioridades, el enfoque y el método son la base del proceso, los resultados dejan de ser el objetivo primario y se transforman en meras consecuencias.