Objetivos: Caracterizar a los adolescentes que repiten en la escuela e investigar su relación con la experiencia de bullying y el consumo de alcohol/marihuana. Método: Estudio epidemiológico, de tipo corte transversal, cuyos participantes fueron adolescentes de una escuela pública del municipio de Salvador, Bahía, Brasil. La magnitud de la relación entre las variables se verificó a través de la razón de prevalencia, por el programa Stata. Resultado: El estudio identificó una relación significativa entre la repitencia escolar y el consumo de alcohol. Con el bullying directo, presentó una relación limítrofe. También sin significancia estadística, la repitencia escolar está asociada con el bullying relacional y el consumo de marihuana. Discusión: Considerando la relación entre la reprobación escolar y el consumo de bebidas alcohólicas en la adolescencia, el estudio posibilita que se identifiquen grupo de adolescentes, para los cuales, se deben priorizar acciones de educación para la salud. Conclusión: El consumo de alcohol y la experiencia de bullying directo propician la repitencia escolar de los adolescentes.
Descriptores: Bajo Rendimiento Escolar; Adolescente; Etanol; Preparaciones Farmacéuticas; Acoso Escolar; Educación en Salud.
La elevación del índice de repitencia escolar en el ámbito nacional, observado en exámenes de evaluación del aprendizaje, como por ejemplo, el Examen Nacional de la Enseñanza Media(ENEM), es decir, la enseñanza secundaria, refleja que la mayoría de los estudiantes no alcanza el nivel mínimo de aprendizaje satisfactorio para su grado o año escolar(1). Conforme datos del Ministerio de Educación (MEC), las regiones Norte y Nordeste de Brasil, tienen las mayores tasas de repitencia escolar en la enseñanza primaria y secundaria cuando fueron comparadas con el Sur, Sudeste y Centro-Oeste(2).
Una investigación brasileña que investigó la situación de repitencia escolar en los adolescentes de la enseñanza primaria y secundaria de una escuela pública identificó que 23,7% de los alumnos desaprobados estaban involucrados en alguna situación de bullying. Los resultados de ese estudio mencionaron que entre las emociones generadas en las víctimas y en los agresores envueltos en este tipo de violencia, se destacan: miedo, desmotivación, tristeza, vergüenza y rabia(3). Esas emociones, constituyentes de los elementos para diagnosticar la situación de salud mental de las personas que sufren o practican bullying, pueden perjudicar el rendimiento escolar de los adolescentes.
El consumo de bebida alcohólica y/o de marihuana también se viene observando en adolescentes con problemas escolares, conforme discutido en estudios nacionales e internacionales, como la investigación realizada con 26.503 estudiantes mexicanos y un estudio con 371 alumnos de la red pública do estado de Goiás, Brasil, respectivamente(4).
Independiente del factor relacionado al bajo rendimiento escolar, se sabe que esa situación tiende a perjudicar el futuro profesional de los(las) adolescentes. Las consecuencias de esta situación pueden hasta aumentar la criminalidad en el país, ya que personas fracasadas en la vida profesional tienden a adquirir renta a través de prácticas ilegales, como hurtos y/o tráfico de drogas(5).
Se destaca que el rendimiento escolar en adolescentes se convirtió en un objeto de preocupación e investigación, principalmente, por parte de los profesionales que integran el Programa Salud en la Escuela (PSE), como los pedagogos(as), educadores, psicólogos(as) y enfermeras(os), que han empezado a cuestionar las causas y los factores que interfieren en el proceso de enseñanza y aprendizaje de estudiantes, principalmente de niños y adolescentes(6).
Considerando la relevancia de la temática y la necesidad de conocer el perfil de los adolescentes con bajo rendimiento escolar e investigar los factores relacionados a la repitencia en locus específicos, sobre todo en regiones marcadas por un contexto de desigualdades e iniquidades sociales, se delineó el siguiente objetivo: caracterizar a los adolescentes en situación de repitencia escolar e investigar su relación con la experiencia de bullying y el consumo de alcohol/marihuana.
Investigación de naturaleza cuantitativa, vinculada al proyecto matriz denominado “Universidad y escuela pública: buscando estrategias para enfrentar los factores que interfieren en el proceso enseñanza/aprendizaje”, financiado por la Fundación de Amparo a la Pesquisa del Estado de Bahía (FAPESB).
Se trata de un estudio de tipo corte transversal, realizado en una escuela pública de enseñanza primaria y secundaria, situada en un barrio de la periferia de Salvador, Bahía, Brasil. En esta investigación, participaron 239 discentes matriculados en el turno vespertino, que atendieron al siguiente criterio de inclusión: ser adolescente, con edades entre 10 y 19 años, conforme preconiza el Ministerio de la Salud. El resultado del cálculo muestral indicó la necesidad de 210 participantes, considerándose un error muestral de 2,35%. No obstante, se incluyeron a todos los alumnos localizados, tras dos tentativas de muestreo y que concordaron en participar del estudio, resultando en un cuantitativo de 239 discentes.
El proceso de la recolección de los datos se realizó en dos etapas, siendo que la primera fue en el período entre octubre de 2014 y enero de 2015. El instrumento utilizado en ese primer momento fue un formulario estándar, compuesto por seis bloques de cuestiones incluyendo variables relacionadas a los aspectos: sociodemográficos y económicos; salud sexual y reproducción; uso de alcohol y marihuana; experiencia de bullying e historia de violencia intrafamiliar.
Para clasificar los tipos de bullying (directo, relacional y victimización), se utilizó la Escala de Victimización y Agresión entre Pares (EVAP). De este modo, son definidas como agresiones directas: provocar, amenazar, ofender (orden psicológico); empujar, patear, dar golpes (orden físico) y la acción de responder a los ataques sufridos. El bullying del tipo relacional se caracteriza por actitudes que perjudican la relación de la víctima con el grupo de iguales, manifestándose a través del desprecio, de la colocación de apodos y la exclusión. La victimización corresponde al sufrimiento de ser blanco de las agresiones.
La evaluación de esos tipos de bullying se realizó a partir de una puntuación que mensura la frecuencia de los comportamientos agresivos, clasificándola en: nunca, casi nunca, a veces, siempre y casi siempre. Tal puntuación varia de 1 (nunca) a 5 (casi siempre). El resultado de la suma de esas puntuaciones se agrupó, teniendo como punto de corte los percentiles 40 y 60, cuyos valores posibilitaron categorizar las dimensiones en tres niveles de riesgo para bullying: bajo (dimensión n < = que el valor del percentil 40 de la dimensión n); medio (dimensión n > que el percentil 40 y < que el percentil 60) y alto (dimensión n > = que el valor del percentil 60).
La segunda etapa del muestreo se realizó en septiembre de 2016, cuando se consultaron los cuadernos de notas para identificar el rendimiento escolar (si aprobado o desaprobado) referente al año de la primera etapa de la recolección de datos. Solamente participaron es esta segunda etapa los estudiantes que fueron incluidos en el grupo muestral de la primera etapa.
Los datos originados de las dos etapas del muestreo se organizaron en una matriz a través del programa Office Excel®, constituyendo el banco de datos del estudio. Posteriormente, se realizó un análisis descriptivo con la finalidad de caracterizar a los adolescentes en situación de repitencia escolar.
Para identificar la relación entre las variables dependientes e independientes, se realizó el Test Chi-Cuadrado de Pearson. Este se empleó para verificar diferencias estadísticas entre los grupos, excepto para la variable, uso de marihuana, para la que se utilizó el Test Exacto de Fisher. El nivel de significancia predeterminado es de 0,05. La magnitud de la relación entre las variables se verificó por medio de la razón de prevalencia, con sus respectivos intervalos de confianza (IC 95%). El análisis estadística se realizó a través del Programa Stata versión 12.
El Comité de Ética en Pesquisas de la Escuela de Enfermería de la UFBA aprobó esta investigación (parecer nº 384208, de 08 de agosto de 2013). Se respetaron las cuestiones éticas referentes a las pesquisas que involucran a seres humanos, considerándose los principios emanados de la resolución 466/2012: justicia, no maleficencia, beneficencia y autonomía. Atendiendo a esos principios, se le solicitó a cada adolescente que aceptó participar de la investigación su consentimiento, a través de la firma del Término de Asentimiento Libre y Esclarecido. También se les solicitó a sus responsables legales una autorización por medio de la firma del Término de Consentimiento Libre y Esclarecido (TCLE), en dos vías, siendo una de la investigadora y la otra del(a) participante.
Participaron en el estudio 239 adolescentes, siendo que 75 (31,38%) de ellos habían desaprobado. Referente a las variables sexuales, la mayoría de los adolescentes dijo ya haber tenido relación sexual (n= 38; 50,67%) y, de este total, 3 (4,0%) habían estado embarazadas o habían embarazado a sus compañeras. La utilización del preservativo fue relatado por 52,63% (n=20) de los adolescentes que refirieron ya haberse relacionado sexualmente. Con relación a la experiencia de los perjuicios entre los adolescentes desaprobados, se quedó evidente que la mayoría convive con la violencia intrafamiliar (n=42; 56,0%) y con los siguientes tipos de bullying: directo (n=41; 54,67%); victimización (n=41; 54,67%)(Tabla 1).
Tabla 1 – Caracterización de los adolescentes con bajo rendimiento escolar de una escuela pública, 2015, Salvador, Bahía, Brasil (n= 75).
Fuente: Informaciones sobre adolescentes de una escuela pública de Salvador, Bahía, Brasil.
Se identificó una relación, con significancia estadística, entre la repitencia escolar y el consumo de bebida alcohólica por adolescentes (RP=1,95 y IC95%: 1,06 – 3,58). También fue identificada una relación limítrofe entre la repitencia escolar y el bullying de tipo directo (RP=1,70 y IC95%: 0,98 – 2,95). Otras variables, aunque sin significancia, también fueron asociadas a la repitencia de los estudiantes, tales como bullying relacional (RP=1,40 y IC 95%: 0,81 – 2,44) y el consumo de marihuana (RP=6,79 y IC 95%: 0,69 – 66,40) (Tabla 2).
Tabla 2 – Relación entre el bajo rendimiento escolar y las variables bullying, variables de alcohol y marihuana en adolescentes de una escuela pública, 2015, Salvador, Bahía, Brasil (n= 239).
Fuente: Informaciones sobre adolescentes de una escuela pública de Salvador, Bahía, Brasil.
El estudio indica que el sexo masculino tiene mayor prevalencia de repetición escolar, este hallazgo es semejante al de un estudio realizado en la región Metropolitana de Campinas, São Paulo, Brasil, en el que los niños desaprobaron más que las niñas(7). Se cree que dicha realidad puede estar relacionada a las construcciones sociales de género que justifican el hecho de que los hombres son más estimulados a conquistar el mercado de trabajo en detrimento de invertir en los estudios.
Los hallazgos de este estudio destacan que la mayoría de los adolescentes desaprobados pertenece al menor rango etario, correspondiente a las edades entre 10 y 14 años. Sin embargo, esto puede estar relacionado a características específicas de esta población, ya que la literatura señala mayor índice de repitencia entre los más viejos(8). Tal desacuerdo direcciona hacia la necesidad de realizar estudios futuros con el intuito de investigar las edades de mayor índice de repitencia escolar entre los adolescentes, así como los factores que predisponen a ese contexto.
Otro aspecto observado en esta investigación fue la elevada prevalencia de las cuestiones raciales (81,33%) con el desempeño escolar de adolescentes, realidad también mensurada en un estudio realizado en nueve municipios mineros de Belo Horizonte, Brasil, con adolescentes de la enseñanza secundaria de la red pública estatal, en el que personas que se autodefinieron como negras y pardas presentaron mayores chances de repetir(8). La elevada proporción (81,33%) de adolescentes desaprobados perteneciente a la raza negra refleja las iniquidades sociales, étnicas, culturales y económicas que aún persisten en el territorio brasileño. Las personas negras se deparan con menos oportunidades de ascensión social que las personas blancas, sufren racismo y prejuicios en distintos procesos selectivos, y de hecho, son los individuos considerados oprimidos, subordinados y marginalizados(8).
El estudio apuntó también mayor proporción de desaprobados entre los adolescentes que no profirieron religión. Este dato puede indicar que tener una religión contribuye a la manutención de comportamientos conservadores, que favorecen el buen desempeño escolar, tales como asiduidad, realización de tareas escolares, compromiso con trabajos escolares, entre otros. Esto ocurre porque la religión representa un medio de disciplinar el comportamiento humano(9).
En relación al trabajo, se sabe que innúmeros adolescentes trabajan para ayudar a los padres en el sustento familiar. En este estudio, se verificó que, 10% de los adolescentes desaprobados en la escuela trabajaban. Esto sugiere que el trabajo puede perjudicar el rendimiento escolar de adolescentes, al provocarles cansancio físico y mental, principalmente, si se trata de una ocupación con elevado índice de estrés. Es lo que refiere un estudio realizado en diez ciudades brasileñas, donde los jóvenes que no trabajaban, la mayoría no había desaprobado nunca en la vida(10). En México, un estudio realizado con 3.005 adolescentes de la escuela pública señala que el hecho de trabajar y estudiar acarrea daños a la salud mental, perjudicando el desempeño en la escuela(11).
Más allá de los aspectos sociodemográficos, el estudio releva prevalencia elevada de repitencia escolar cuando se analizan las variables de salud. La mayoría de los(as) adolescentes desaprobados(as) refirió haber tenido ya primera relación sexual. Esta práctica, cuando se realiza precozmente y de modo no planificado, puede perjudicar el desempeño escolar del adolescente, conforme identificado en una investigación realizada con 535 estudiantes de la enseñanza primaria y secundaria, representativos de seis escuelas públicas de un municipio del Sur de Brasil(12).
Esta situación expone el(la) adolescente al riesgo de infecciones sexualmente transmisibles y a un embarazo indeseado, principalmente, porque casi 50% de los estudiantes desaprobados no utilizan preservativo. Ese contexto es preocupante, pues tanto las infecciones como el embarazo indeseado interfieren en el bienestar biopsicosocial del adolescente, por implicar dificultades de concentración en clases, y por tanto, de aprendizaje.
Además, perjudica la asiduidad en aulas y en evaluaciones, conllevando al bajo rendimiento y con eso, a la repitencia escolar. Se añade el hecho de que un embarazo indeseado contribuye a la evasión escolar y dificulta el retorno a la escuela, conforme destaca un estudio realizado en Curitiba(13).
El estudio evidencia también, que adolescentes con historia de violencia intrafamiliar tuvieron mayor porcentual de repitencia. Una investigación internacional presenta la relación entre la violencia intrafamiliar y la repitencia escolar(14). Las heridas emocionales, marcadas por la violencia sufrida en el propio núcleo familiar, interfieren en la calidad de vida del adolescente, provocándole sufrimiento psíquico y dificultades de concentración en las actividades escolares, algo que puede aumentar el chance de repitencia(15). Se destaca que la repitencia escolar guarda relación con los aspectos sociales y de salud en los adolescentes, como por ejemplo, la iniciación sexual y la violencia psicológica.
El estudio apunta relación entre la repitencia de adolescentes escolares y el envolvimiento en situaciones de bullying, esto se encontró también en una investigación con 1.145 adolescentes residentes en Pelotas, Rio de Janeiro, Brasil(16). En un estudio realizado en Georgia, Estados Unidos de América, se identificó que una proporción significativa de estudiantes desaprobados estaba involucrada en una situación de bullying(17).
Ese escenario merece atención, ya que el (la) adolescente que practica o sufre bullying puede desencadenar alteraciones físicas, psíquicas y de comportamientos, tales como disturbios gastrointestinales, insomnio, depresión, tristeza, baja autoestima, desmotivación, aislamiento social de profesores y colegas. Vale mencionar que las víctimas presentan mayores porcentuales de esos problemas(3).
Corroborando esas repercusiones, un estudio realizado en 10 provincias de Canadá también añade que todo y cualquier tipo de agresión contra adolescentes puede hasta aumentar el índice de intentos de suicidio en este rango etario(18).
Esas situaciones pueden perjudicar el desempeño escolar del(la) adolescente, por no sentirse interesado(a) de ir a la escuela, y tener dificultad de concentración y de aprendizaje, intensificando el riesgo de repitencia escolar. Un estudio realizado en Rio de Janeiro corrobora la relación del bullying con el hecho de faltar a clases sin motivo, acrecentando también otros comportamientos asociados a la práctica de ese fenómeno, tales como: tener relaciones sexuales, portar arma, usar alcohol, cigarro y/u otras drogas ilícitas, entre otros(16).
Con relación a la repitencia escolar en adolescentes que usan alcohol y marihuana, se observa que esta realidad también fue identificada en pesquisas realizadas en el ámbito nacional e internacional(19,12,4). Se destaca el estudio realizado en Rio Grande del Sur, cuyo resultado identificó que el uso de drogas ilícitas aumenta en 2,8 veces el chance del estudiante desaprobar(12).
Las substancias psicoactivas provocan alteraciones en la atención, sensopercepción, memoria y lenguaje, aparte de modificar el curso, forma y el contenido de pensamientos y el juicio de realidad. Eso porque el efecto modulador de las drogas sobre el comportamiento humano puede acarrear daños de orden cognitivo(20), lo que puede aumentar el bajo rendimiento escolar, y así, ocasionar repitencia. Asociada a esa situación, se sabe que la utilización de substancias psicoactivas puede contribuir para precipitar conflictos en las relaciones humanas(20), lo que puede ocasionar el rompimiento de los lazos familiares, dejando al adolescente más vulnerable a tener un desempeño escolar deficiente, especialmente, por experimentar problemas de orden afectivo y emocional.
Aunque no fue posible verificar relaciones de causa y efecto entre las variables analizadas, este estudio muestra el contexto de los adolescentes brasileños marcado por elementos que favorece la repitencia escolar. Por tanto, los datos refuerzan la importancia de invertir en estrategias que contemplen los aspectos sociales y de salud de esa población, principalmente en lo referente a los adolescentes en situación de bullying y uso de alcohol y otras drogas.
El estudio evidenció una relación positiva entre la repitencia escolar y las variables de bebidas alcohólicas. Se verificó también una relación del tipo limítrofe entre la experiencia de bullying directo y la repitencia en adolescentes escolares. Considerando que ambos fenómenos provocan perjuicios cognitivos, el estudio posibilita identificar el grupo de adolescentes más susceptibles a tener bajo rendimiento escolar, para los que se deben priorizar acciones de educación en salud, sobre todo, para que el público infantojuvenil conozca los maleficios de las drogas y del bullying.
Para eso, se destaca la importancia del papel del(la) enfermero(la) como facilitador(a) del debate y de reflexiones acerca de las situaciones que hacen que el(la) adolescente esté más vulnerable a la repitencia escolar. Vale mencionar que la inserción de la enfermería en los espacios escolares constituye una estrategia de suma importancia para fortalecer la articulación entre los sectores de la salud y de la educación, para el bienestar biopsicosocial de los escolares.
Una limitación del estudio es que no se investigó el histórico familiar de estos adolescentes referente a la utilización de alcohol por los padres, lo que indicaría (o no) la relevancia de las acciones preventivas en niños/adolescentes antes del primer contacto con esta droga. Tal limitación indica una laguna de conocimiento que necesita ser profundizada, para conocer si los hijos de padres que usan drogas son más susceptibles(o no) al uso de esas substancias.
Todos los autores participaron de las fases de esa publicación en una o más etapas a continuación de acuerdo con las recomendaciones del International Committe of Medical Journal Editors (ICMJE, 2013): (a) participación substancial en la concepción o confección del manuscrito o de la recolecta, análisis o interpretación de los datos; (b) elaboración del trabajo o realización de la revisión crítica del contenido intelectual; (c) aprobación de la versión sometida. Todos los autores declaran para los debidos fines que es de su responsabilidad el contenido relacionado con todos los aspectos del manuscrito sometido al OBJN. Garantizan que las cuestiones relacionadas con la exactitud o integridad de cualquier parte del artículo fueron debidamente investigadas y resueltas. Eximiendo por lo tanto el OBJN de cualquier participación solidaria en eventuales procesos judiciales sobre la materia en aprecio. Todos los autores declaran que no poseen conflicto de intereses, de orden financiera o de relacionamiento, que influencie la redacción y/o interpretación de los resultados. Esa declaración fue firmada digitalmente por todos los autores conforme recomendación del ICMJE cuyo modelo está disponible en http://www.objnursing.uff.br/normas/DUDE_final_13-06-2013.pdf
Recibido: 27/04/2017 Revisado: 03/04/2019 Aprobado: 03/04/2019