ARTICULOS ORIGINALES
Percepciones de mujeres adolescentes acerca de las diferencias de género: un estudio descriptivo
Silvana Cruz da Silva1, Lúcia Beatriz Ressel1, Eva Neri Rubim Pedro2, Camila Neumaier Alves1, Karine Stumm1, Láis Antunes Wilhelm1
1Universidad Federal de Santa Maria
2Universidad Federal de Rio Grande del Sur
RESUMO
Objetivos: comprender las percepciones y significados sobre ser mujer adolescente en nuestra sociedad y reflejar la construcción sociocultural de eso.
Método: estudio de campo descriptivo, cualitativo, desarrollado en una escuela pública de Rio Grande del Sur. Participaron nueve mujeres adolescentes. La recolecta de datos ocurrió en los meses de junio y julio de 2012 por medio de grupos focales. Para análisis de los datos se utilizó el análisis temático.
Resultado: surgieron las relaciones que las adolescentes hacen acerca de la sexualidad, su condición como mujeres y al tratamiento de estas por la familia y sociedad.
Discusión: se encontró gran influencia de las cuestiones de género en la sexualidad y se confirmó que las adolescentes traen sus prácticas fundamentadas en sus orígenes socioculturales y relaciones de desigualdades de género, preconceptos y jerarquización social.
Conclusión: Es importante que los enfermeros conozcan los significados atribuidos por las adolescentes a las cuestiones de género y sexualidad para que puedan contribuir con estrategias efectivas y contextualizadas.
Descriptores: Salud de la Mujer; Salud del Adolescente; Identidad de Género; Sexualidad; Enfermería.
INTRODUCCIÓN
La atención a la salud de las mujeres, la salud de los adolescentes y la sexualidad están fuertemente relacionadas y asociadas al proceso de medicalización del cuerpo femenino, en la perspectiva de transformación, no solo de grupos y espacios públicos, también de individuos. En un contexto de control social, El proceso de medicalización del cuerpo femenino se extendió a la sexualidad y a la reproducción, siendo determinante para transformar esos aspectos en objeto de saber médico, en razón del entendimiento que la naturaleza femenina era esencialmente maternal y reproductiva(1).
La medicalización del cuerpo femenino se reflejó principalmente en la restricción de la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos. No obstante, ese panorama comenzó a mudar en Brasil, en la década de 1980, en el discurso de la Reforma Sanitaria, con las reivindicaciones del movimiento feminista(2) , originando, en 1983, el Programa de Asistencia Integral a la Salud de la Mujer (PAISM), creado por el Ministerio de la Salud. Ese programa, a partir del 2004, se transformó en política, y paso a ser denominado de Política Nacional de Asistencia Integral a la Salud de la Mujer (PNAISM). Se evidencio, con ese cambio, el compromiso con la implementación de acciones de salud para las mujeres, que debería guiar los servicios, orientado por la efectividad de los derechos sexuales y reproductivos como parte de los derechos humanos.
En esa dirección, de ampliación de las políticas y acciones de salud, es que se desarrollaran las discusiones acerca de la singularidad y de la necesidad de políticas propias para los adolescentes.
Así, este estudio se direcciona a las mujeres adolescentes, justificándose por la comprensión de que el proceso de volverse adolecente, vivenciado por ellas, es, en la mayoría de las veces, caracterizado por la represión de su sexualidad; por la diferenciación de conductas y de controles inducidos diferentemente a los hombres; por los "nos" que tientan a los limites constantes; por las prohibiciones; por las nociones de inferioridad y de pasividad, entre otros condicionamientos; bien como por la falta de diálogo y de aclaraciones de los eventos biológicos, sociales y culturales que hacen parte de su vida(3).
La sexualidad es una característica esencial del ser humano, está presente durante toda la vida del individuo. En este estudio, se entiende que la construcción de la sexualidad es tanto individual como colectiva, pues se expresa y recibe influencias, caracterizándose de acuerdo con el contexto en el cual el sujeto está insertado. Se ratifica que, durante las diferentes etapas de vida, los seres humanos expresan su sexualidad de forma diferente y con influencias culturales diferentes, sea de la familia, de los grupos de amigos, o de la escuela(4).
Los adolescentes deben ser vistos en su totalidad, con su identidad cultural propia, de acuerdo con su tiempo y espacio. Para tanto, se creé ser necesario que los profesionales de enfermería reconsideren modelos culturales dominantes, que sean reflexivos y críticos, que al cuidar desarrollen la sensibilidad, la creatividad, el oír, el ver, el sentir. Así, se entiende la relevancia del tema propuesto tanto para la praxis profesional como académica, pues el enfermero tiene un papel transformador en la sociedad y debe trabajar por cambios que posibiliten la mejora de la calidad de vida de los usuarios.
A partir de lo expuesto, vislumbrase la cuestión guía de este estudio: ¿Cuáles son los significados atribuidos por las adolescentes sobre ser mujer en nuestra sociedad? El Objetivo delineado fue: comprender las percepciones y los significados sobre ser mujer adolescente en nuestra sociedad, además de reflexionar acerca de la construcción sociocultural de esos significados.
MÉTODO
Se trata de una investigación de campo, de tipo descriptivo, con abordaje cualitativo. La elección de ese abordaje se justifica, pues ella permite el estudio de las influencias socioculturales, que subsidian investigaciones de grupos y de historias sociales sobre la óptica de los actores(5).
El escenario de la investigación fue una elección pública de pequeño porte, que abarcó solo la educación básica, en un municipio de Rio Grande del Sur (RS), y atiende 303 alumnos debidamente matriculados, con edades entre seis y 18 años.
Participaron de este estudio nueve adolescentes de sexo femenino, número de sujetos dentro de lo previsto (seis a 15) para la realización de la técnica de recolecta de datos utilizada por esta investigación, el grupo focal, teniendo en vista la mejor operacionalización de los encuentros(6). Además de propiciar mayor interacción grupal, esa condición facilita el desarrollo de las discusiones, debates y la comunicación intragrupo.
Los criterios de inclusión fueron: ser mujer adolescente (tener entre 12 y 18 años, conforme el Estatuto del Niño y del Adolescente), estudiante de la escuela escenario del estudio, y ser residente de la región en estudio. El criterio de exclusión fue: adolescentes que tuvieran limitaciones cognitivas, que las imposibilitaran de comprender y participar del estudio.
La selección de los sujetos fue intencional, de acuerdo con los objetivos del estudio y las orientaciones para el grupo focal. Las adolescentes fueron invitadas verbalmente a participar del grupo, y su adhesión fue voluntaria. Las invitaciones se realizaron en tres momentos, en los grupos de 5º a 8º series, en las cuales, según la dirección de la escuela, se encontraban matriculadas las adolescentes
Es interesante resaltar que los grupos focales fueran realizados con los mismos participantes, y que ocurrió solo una renuncia del primer para el segundo encuentro, sin prejuicio para la investigación, y sin substitución de la participante renunciante.
Los datos fueron recolectados durante los meses de junio y julio de 2012, en tres encuentros con grupos focales, los cuales fueron grabados y transcritos. Estos son definidos(7) como un tipo de debate grupal que valoriza la comunicación entre los participantes, con el fin de generar datos y auxiliar los investigadores a percibir las formas diferentes de comunicación que las personas usan en la interacción. También resalta los valores culturales y las normas del grupo.
Por medio de esa técnica, el investigador puede identificar el conocimiento compartido por el grupo, lo que hace que sea un buen método para recolecta de datos culturales, particularmente de temas delicados como es el caso de la sexualidad. En ese sentido, el grupo focal revela dimensiones de la comprensión que comúnmente permanecen desapercibidas(7).
Para la organización de esta investigación, el planeamiento de los grupos siguió las orientaciones teóricas como a la operacionalización de los grupos focales(6), las cuales constan de: composición del grupo; herramientas y desarrollo del grupo focal.
Para el análisis de los datos, fue utilizado el método de análisis de contenido del tipo análisis temático(5), el cual es definido como el descubrimiento de los núcleos de sentido, que constituyen una comunicación en que la frecuencia o la presencia de palabras, frases o expresiones poseen algún significado para el objeto analítico. Por consiguiente, para un análisis de significados, el surgimiento de determinados temas denota estructuras de relevancia, valores de referencia y modelos de comportamiento que pueden estar ocultos en el discurso(5).
Fue fundamental respetar la conducción ética durante todo el proceso. Para tanto, se siguió las normas de la Resolución nº. 466/12 del Consejo Nacional de Salud del Ministerio de Salud, que rigen investigaciones involucrando seres humanos. La investigación solo tuvo inicio después de la autorización de la dirección de la escuela y del Comité de Ética en Investigación de la Universidad Federal de Santa Maria, RS, del día 27 de marzo de 2012, sobre el número del Parecer: 8931 y CAAE 00555212.2.0000.5346.
Las adolescentes fueron aclaradas en cuanto al tema de la investigación, sus objetivos e implicaciones para ellas, siendo providenciada la firma el Termino de Asentimiento, aplicado a menores de 18 años y sus padres o responsables, que firmaron el Termino de Consentimiento Libre y Esclarecido. Las investigadoras firmaron el Término de Confidencialidad y la identidad de las participantes fue codificada en nombres de princesas de cuentos de hadas.
RESULTADOS
Para las adolescentes, hay diferencia de conducta de los padres para los hijos hombres y las hijas mujeres, habiendo mayor control y regulación en el comportamiento de las mujeres. Esas diferencias en el tratamiento fueron fuertemente destacadas en las charlas:
Yo soy la única hija de mi padre y existe mucha diferencia. (…) con el niño es más liberal, ellos pueden todo, ¿no? (Rapunzel)
Pero para uno hacen un interrogatorio […] mi papá dice que las mujeres son locas, que él no entiende, que no entendió mujer ninguna! (Ariel)
Si uno va a salir tiene que responder donde fue, cuando fue, con quien fue. […]mi padre, cuando mi hermano era pequeño, él ya decía que él tenía que enamorarse, y yo solo después que cumpliera 15. De ahí, ahora que yo tengo 15 él dice que yo solo voy a enamorarme con 22. Mi madre no, mi madre dice que los dos ya pueden. (Fiona)
Se observa cierta naturalización al escuchar comentarios despreciativos y machistas en relación a las mujeres y se percibió que algunas de ellas acababan repitiendo lo concordando con esas charlas.
Es… algunas mujeres son locas. (Yasmin)
Otra diferencia, apuntada por las adolescentes en la discusión grupal, se relacionó a los castigos que los padres imprimen diferentemente a las niñas y a los niños, haciendo, por medio de eso, un control diferenciado a la libertad de las mujeres y más agresividad para con los hombres.
Al igual, mi hermano, el molesta, molesta, y mi madre solo maldice, pero si yo hago eso, no puedo salir. (Rapunzel)
Creo que para uno los castigos son más ligados a otras cosas, no poder quedarse despierta de madrugada, en el teléfono, en el computador, no se… (Blanca Nieves)
A mí no me gusta tener que quedarme en casa; es un castigo quedarse en casa. (Fiona)
Ellas indican otra diferencia en las relaciones entre lo femenino y lo masculino relativa a las ocupaciones diarias, en que los niños tienen más opciones de actividades.
Porque con los niños no sirve, todo lo que ellos hacen está bien, si sales a la calle está bien! Si se quedan jugando futbol, esta bien. Si se prohíbe jugar futbol… van a encontrar otra cosa para hacer… Las niñas... no, no tienen tanta cosa para hacer como los niños. (Cenicienta)
A lo largo del debate grupal, en diferentes momentos, se puede percibir que existen imposiciones de sus familiares sobre lo que puede y lo que no puede ser hecho por las mujeres.
Siempre dicen que tú no puedes hacer eso porque tú eres niña, no puedes tener novio porque tú eres niña, no puede salir sola porque tú eres niña. Ah!
Es una porquería! (Bela)
El (hermano) tiene mi edad, cuatro meses mayor que yo solo, pero igual así él tiene más libertad que yo, puede hacer lo que él quiera, y yo no. (Fiona)
Mis hermanos pueden jugar más en el computador que las niñas […] Quien decide es el papá. (Pocahontas)
Porque ellos son más fuertes y uno no puede ni llegar cerca para usar. (Cinderela)
Otro aspecto expresado por ellas fue la preocupación sobre lo que “los otros” dicen o piensan sobre sus actitudes y comportamiento:
[…] Así uno no haga nada errado, después los vecinos están hablando... (Bela)
[…] es mejor ser adolescente hombre que niña. Porque el hombre puede salir allá, salir acá, después no están hablando de ellos. (Ariel)
[…] colocan apodo, llaman de jabón solo porque está en la calle… (Fiona)
Y eso es errado, los niños salen… (Pocahontas)
Cuando son cuestionadas sobre cuál es el motivo de esas diferencias y de donde surgió eso, las participantes respondieron que la sociedad es machista:
Es porque la sociedad es así! (Yasmin)
Porque el mundo es machista. (Bela)
Es así porque él es niño y el mundo es machista, como ya dijeron. (Aurora)
Machista es así: el niño sale y ellos no dan bola, porque es niño, pero si la niña sale, ellos están hablando: “Aquella allá está siempre en la calle…”. (Cenicienta)
Las adolescentes perciben la influencia de los medios de comunicación y de los preconceptos en la visión que la sociedad tiene sobre las mujeres.
Existen aquellas novelas antiguas, ¿sabe? Ahora está pasando ‘Gabriela’. No si se ustedes ven, pero, igual, el trabajo de la mujer es cuidar del hombre, ¿de donde eso? En cuanto el hombre podía quedar sin hacer nada, hacer lo que él quisiera… pero la mujer tenía que estar en casa cuidando de las cosas de ella y de él. Pero él podía estar en cualquier lugar, porque los hombres se saben cuidar... (Rapunzel)
Hasta hoy existe eso! (Blanca Nieves)
Estos días yo estaba con mi familia viendo televisión, en ese momento mi tío me dijo que la mujer solo puede tener contacto con la estufa: Mujer para mí solo va a cuidar de mí y de mi estufa’. Yo pensé el colmo! (Ariel)
Qué horror! Es el colmo! (Cinderela)
DISCUSIÓN
Se verificó en las charlas de las adolescentes la explicación de tratamiento diferente, en las familias, para los hijos hombres y para las hijas mujeres. Eso implicó en la desvalorización de la opinión de los papás en relación a sus vivencias, en el mayor control y regulación ejercidos por los padres a las adolescentes, además de la menor libertad en las actividades diarias para ellas.
Se resalta que las cuestiones de género y sexualidad son campos distintos e inter-relacionados, con un conjunto de ideas relativas a la cultura compartida, a partir del cual los seres, en ese caso las adolescentes y sus papás, pautan sus acciones y concepciones de mundo, reproduciendo y recreando esas mismas convenciones(8), como fue visto en las charlas de las adolescentes.
Así, la sexualidad, fuertemente influenciada por las relaciones de género, se puede convertir en dilemas significativas para las mujeres adolescentes, que acaban teniendo consecuencias en sus elecciones y prácticas relativas a cuidados con su sexualidad, muchas veces volviéndolas más vulnerables simplemente por una cuestión de género(2).
Este estudio concuerda con investigaciones de enfermería en que todo adolescente trae consigo sus prácticas, experiencias, y su ejercicio de sexualidad. Eso se fundamenta en sus orígenes, de acuerdo con la clase social, historia familiar, socialización, relaciones de igualdad y desigualdad vividas, intercambio de preconceptos y jerarquización social, entre otros procesos de la subjetividad humana(9).
El grupo indicó que para las niñas los castigos son relacionados a mantenerlas en casa, prohibiéndoles hacer las cosas que a ellas les gusta. Ya para los niños los castigos son más violentos y agresivos. Se percibe que las adolescentes utilizan valores relativos a modelos de masculinidad, asociando la violencia y mayores posibilidades lúdicas a los hombres. Al mismo tempo ellas se sienten perjudicadas por las sanciones destinadas a las mujeres. Ese resultado se asemeja al de otro estudio del área de la salud, realizado con adolescentes mujeres(8).
Se observó que actividades como enamorarse, pasear sola y hasta pasar más tiempo en el computador fueron señaladas como prácticas en que los niños tienen mayor libertad. Se percibió también que los adolescentes son beneficiados en algunas actividades por las diferencias de fuerza física.
El comportamiento diferenciado de los padres en relación a la creación de las hijas e hijos interfiere directamente en la formación de su identidad y en la postura que ellos asumen en relación a la sexualidad. Esas manifestaciones y normas comportamentales dirigidas a las mujeres adolescentes repercuten directamente en la comprensión y construcción de su sexualidad(3).
Para las adolescentes, las relaciones de género y sexualidad son construidas con posibilidades y espacios demarcados, que no se pueden transgredir, sobre la pena de ser presionadas y censuradas. Un ejemplo es el refuerzo de esos estereotipos de masculinidad y feminidad, que también fue encontrado en nuestro estudio, en que lo que es vivido por las mujeres adolescentes como perdidas, es visto como ganancia para los hombres adolescentes. Tales patrones socioculturales interfieren directamente en el poder de decisión de la mujer(2).
Vale resaltar que el refuerzo de la desigualdad en las relaciones entre hombres y mujeres dificulta y aumenta la vulnerabilidad de estas cuanto al ejercicio seguro de su sexualidad(8). Esto, pues, muchas de ellas se sienten aburridas y relatan no buscar orientaciones de los padres en cuanto a sus dudas y miedos referentes a la sexualidad, permaneciendo con las dudas o haciendo lo que creen que es correcto y colocándose, a veces, en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Fue unánime en el grupo el entendimiento de que, cuando ellas no están haciendo algo errado o hacen la misma cosa que los niños, sus actitudes van a generar comentarios malvados en la comunidad, porque ellas son mujeres. Las adolescentes quedan incomodadas con esas situaciones, pero no dejan de hacer lo que ellas creen que es cierto, o porque no ven maldad en sus actitudes.
Se percibe la ambigüedad entre lo que es normatizado y lo que es practicado por las adolescentes. Para las niñas, diferente de los niños, el intercambio de la sexualidad está asociado al control de conductas, y aquellas que insisten en transgredir esa norma, deliberada y explícitamente, sufren sanciones sociales en función del control moral del grupo, quedando, en este caso, “habladas” en la vecindad(8).
Vale reflejar que es frecuente que la sociedad recrimine los adolescentes por sus prácticas sexuales o comportamentales, enfatizando el éxito de esas prácticas cuando ocurren en otros grupos etarios, o sea, en grupos de adultos tales prácticas son consideradas exitosas(10). Eso, de cierta forma, modela el comportamiento adolescente cuando estos se reflejan en los grupos adultos. Concomitantemente, los controles y diferencias normativas se reproducen entre adolescentes femeninos y masculinos.
Las adolescentes demostraban tener entendimiento de que las actitudes de los padres y vecinos con ellas no es algo aislado, pero si reflejo de una cultura, que ellas definen como machista. Se nota, en las charlas, que la comprensión de machismo para las adolescentes tiene relación con las conductas y posibilidades diferenciadas, además de los juicios que son hechos de las mismas actitudes realizadas por personas de sexos diferentes.
Se desprende por medio de este estudio que la construcción de la sexualidad es comprendida en la dimensión de género, destacando diferencias y semejanzas entre lo masculino y lo femenino, construidos social y culturalmente. Esos datos corroboran con el estudio(11) que presenta las prácticas sexuales y su organización social como vinculadas a los dispositivos de poder específicos a determinadas épocas y ciertas sociedades.
Se nota, en ese abordaje, una aproximación al estudio de Foucault acerca de la sexualidad, que muestra la existencia de la represión a la sexualidad a lo largo de la historia por medio del foco de atención sobre ella manipulado por medio de discursos, creando efectos de poder, formas de saber y control del placer(12).
Las adolescentes demostraron indignación, revuelta y se solidarizaron contra la forma con que las novelas abordan el papel de la mujer en la sociedad y sobre los comentarios machistas expresados en sus familias y grupo social. Ellas entienden que la mujer no debe ser sumisa al marido, que tiene los mismos derechos y las mismas condiciones de cuidarse que el hombre. Sin embargo, es perceptible que los valores patriarcales de la sociedad tradicional y machista aún son transmitidos a esas adolescentes dentro de sus propias casas.
Algunas modificaciones históricas acerca de la cuestión de género se vienen procesando en la sociedad actual en lo que se refiere a los papeles masculino y femenino y a la posición de la mujer en ese escenario. Eso se percibe en este estudio a partir de la actitud de indignación de las adolescentes, en consonancia a un estudio en el área de la enfermería con adolescentes(13).
Las actitudes pre conceptuosas de los padres y tíos de las adolescentes refuerzan a construcción de género que atribuye valores de sumisión femenina, postura recatada y cautelosa, además del control sobre el cuerpo de las mujeres, correspondiendo a otro estudio de esa temática(13).
En ese contexto de pensamiento, se cree que las adolescentes necesitan ser empoderadas a vivir sus relaciones conscientes de que están siendo observadas y que la sociedad impone conductas estereotipadas. Y que las cuestiones de sexualidad y género imprimen normas, valores, percepciones, representaciones que impregnan la vida del sujeto, legitimando su identidad e influenciando en el comportamiento de los individuos. En ese sentido, identidad de género es una cuestión de aprendizaje y trabajo continuo, y no simplemente un espacio de diferenciación biológica(14).
Se piensa, en esa dirección, ser necesario emprender esfuerzos en las acciones de educación en salud junto a los adolescentes, como importante estrategia profesional, en espacios dialógicos de construcción y cambios de conocimientos, basados en el respeto y dignidad para acoger y establecer el vínculo verdadero y sin preconceptos con las adolescentes(15).Tales acciones deben considerar la libertad, el derecho de ser y la responsabilidad de la vivencia sexual, auxiliándolos en la formación de una consciencia crítica sobre el asunto.
CONCLUSIÓN
Se clarifica la comprensión de las adolescentes en relación a su sexualidad, su condición como mujeres y al tratamiento de esta por los padres y la sociedad. Se encontró en este estudio gran influencia de las cuestiones de género en la sexualidad, una vez que ambas son construidas desde la socialización primaria de los individuos y están fuertemente basadas en valores que son culturalmente inducidos diferentemente a las mujeres y a los hombres. Se confirmó que las adolescentes traen sus prácticas fundamentadas en sus orígenes socioculturales, bien como en las relaciones de desigualdades, preconceptos y jerarquización social.
Entre los desafíos de esta investigación, se destaca el compromiso con la metodología de recolecta de datos. Trabajar con grupos es siempre un desafío, es sorprendente e innovador, sin embargo, cuando se trata de investigación en salud, de la rigurosidad de los métodos científicos, es muy difícil alejar la enfermera de la investigadora, y a veces en la realización de los grupos focales eso era necesario.
En esa dirección, se abre un amplio espectro de acción a los profesionales de la salud, en la aclaración de dudas y orientación a los adolescentes; en las posibilidades de espacios de discusión e intercambio de conocimientos consistente a sus dificultades y contextos, con el fin de calificar la vivencia de la sexualidad en la adolescencia, y consecuentemente en la vida adulta, de manera más saludable, responsable, confiable y segura.
Al investigar la adolescencia femenina, no se encuentran listas, pero si caminos que pueden o no servir, una vez que, cuando un grupo está sobre efecto de las mismas situaciones culturales, cada ser humano responde a las demandas y oportunidades de la vida de modo único y de una forma muy personal.
Las implicaciones de este estudio para la enfermería son relativas a la esencia de la profesión, que es el cuidado. Una vez que, al asistir y educar las adolescentes, el enfermero debe estar atento a los significados y percepciones que esas adolescentes tienen acerca de su papel social como mujeres y de los sentimientos y comportamientos en relación a su sexualidad. Es solamente con esa visión holística que el enfermero prestará un cuidado humanizado.
CITAS
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Recibido: 27/02/2013
Revisado:25/08/2013
Aprobado: 20/03/2014